Deslizarse entre las capas de la pantalla
Pensemos en la idea de interfaz en general. Una interpretación popular de esta es que es un intermediario: un medio para un fin. Pensamos en las interfaces no como si tuvieran un télos (un objetivo final o la forma deseada), sino como el subproducto de una idea y el precursor de una forma. A grandes rasgos, una interfaz en la era digital remite a pensar que existe para conectarnos entre nosotrxs, humanos, con diversas máquinas, entrando en un proceso de retroalimentación que vincula a nuestros cuerpos con un espacio expandido que, normalmente, existe dentro de una pantalla.
Este planteamiento, llevado a una conversación reciente en torno a la digitalización del todo, nos lleva a un esquema lógico donde, aparentemente, este proceso existe para replicar lo que nos rodea. Sin embargo, aquí cabe hacer la siguiente pregunta: ¿a dónde más podemos llevar estas experiencias?